Qué es


Un año jubilar es un camino con Dios en el que el destino eres tu. Una oportunidad única de encontrarte, de redefinirte viviendo la alegría de la reconciliación. Un camino en el que la Virgen de los Ángeles puede ser tu guía, tu inspiración. “Búscate en Getafe”. Una oportunidad para encontrarte que está más cerca de lo que piensas.



HISTORIA

La devoción de las gentes de Getafe y de la comarca a la imagen de Ntra. Sra. de los Ángeles se pierde en la memoria de las generaciones. La leyenda o relato original nos cuenta que unos pastores hallaron la imagen de la Virgen en lo alto del Cerro de Almodóvar (Hoy Cerro de los Ángeles), en una noche de tormenta. También nos dice, que la llevaron a Pinto y la imagen desapareció durante la noche, regresando al Cerro. La trasladaron a Getafe y volvió a ocurrir la mismo. Ante estos sucesos extraordinarios el pueblo construyó una ermita a la que llamaron, como a la imagen, Ntra. Sra. de los Ángeles.


Hasta el siglo XVII no existe documento escrito sobre la devoción a la imagen de Ntra. Sra. de los Ángeles. Las relaciones de los pueblos de España de 1576 (Felipe II) no menciona ermitas o santuarios en la zona. Las hipótesis de algunos historiadores a partir del silencio de las crónicas sugieren que fuera traída por los frailes del Paular ya que eran devotos de esta advocación.

Otro dato significativo es que el párroco de la Magdalena D. Eugenio Ximénez, mando esculpir la actual imagen. Según consta en el archivo, fue entregada por el escultor el día de la Inmaculada Concepción de 1610, siendo colocada con honores en la casa del Paular hasta el año 1616, mes de abril cuando se celebraron las primeras fiestas en su honor.

La devoción es indicada por las crónicas de personaje ilustre que desvían su camino para poder contemplar la imagen, con fama de milagrosa.
Don Diego Santos Reolid, párroco de Santa María Magdalena, solicitó a la Santa Sede una concesión o privilegio especial para dar categoría al culto en honor de Ntra. Sra. Fue D. Francisco Pérez y Cuesta, a la sazón comisario de la Santa Cruzada, quien recibió, en su sede de Teruel, un Breve Pontificio del Papa Benedictino XIV, en el que concedía a los getafenses y su comarca una serie de beneficios.

En el documento se expone el beneficio otorgado: “Que habiendo confesado y comulgado visitasen devotamente la iglesia o capilla pública, o ermita de esta Virgen María de los Ángeles en término de la Villa-Sic-de Getafe, Diócesis de Toledo, en un día del año en que señalara el ordinario de sus primeras vísperas, hasta dicho día al ocaso del sol y allí rogaren a Dios Nuestro Señor por la paz y la concordia entre los príncipes cristianos extirpadores de los herejes y demás necesidades de su indulgencia … ” La duración del privilegio, según lectura del Breve Pontificio, no podía pasar de siete años. En el mismo se hace referencia a determinadas condiciones: prohibición de todo signo externo, publicación del mismo en imprenta, sólo se notificará desde el púlpito de las iglesias o a través de Cédulas de mano.

La imagen se hace peregrina ante la adversidad. En el año 1612, ante la sequía en los campos, el primer domingo del año, Jubileo del Rosario, la imagen de la Virgen sale en procesión de Rogativas desde la parroquia de Sta. María Magdalena, junto con la imagen de la Virgen de Butarque, patrona de Leganés.


En mayo de 1726 la imagen salió del Cerro hasta la Parroquia con motivo de una terrible plaga de langosta y de una prolongada sequía. Permaneció en la parroquia de Sta. María Magdalena desde el día 3 de mayo hasta el 25 de agosto.

A finales de 1750 debido, también, a la escasez de agua, se trajo a la Virgen hasta la Parroquia. Se nos narra, que fue tal la cantidad de agua, que cayó durante la misma procesión y durante la novena que, los getafenses organizaron una gran fiesta como agradecimiento.


Este amor a la Virgen María, se traduce en un influjo de vida espiritual y religiosa para toda esta comarca, y también para Madrid, por esa razón, en el año 1774 el Arzobispo de Toledo, Cardenal Lorenzana otorgó la especialísima concesión de que: “Durante los cultos que se celebran en la iglesia parroquia de Sta. María Magdalena, durante los tres días de la Pascua de Pentecostés que la imagen de Ntra. Sra. está presente, se puede exponer y hacer presente la Divina Majestad Sacramentada”.

D. Gregorio Esquileta, párroco de la Magdalena, en unas declaraciones al Arzobispo de Toledo, fechada en julio de 1.786 dice: “Que la población está compuesta por 830 familias, que suponen unos 3.400 personas “Y con relación a la Virgen de los Ángeles afirma: “Sobre un cerro más allá del Camino Real nuevo y algo más de media legua está el Santuario de Ntra. Sra. de los Ángeles, venerado en el contorno, visitado con mucha frecuencia y número de Madrid”.


Se tienen noticias de correcciones hechas por los arzobispos de Toledo; una fechada en 1793 a través del oidor del Arzobispo de Toledo, en la que indica a los mayordomos, que se abstuvieran de colocar la imagen debajo de una especie de tienda de campaña, por estar referido con la seriedad del culto litúrgico. Y les indica unas bases, a tener en cuenta, para colocarla en un dosel… otras por exceso de las fiestas programadas en su honor, que, según referencia de la corrección, rayan en paganas.

D. Miguel Rosillo Montoya, presbítero y teniente vicario de Sta. María Magdalena, en el prólogo de la novena a la Virgen, que él escribe en el año 1.807, dice así: “El pueblo de Getafe tiene el privilegio hermoso y amable de Ntra. Sra. de los Ángeles que se venera en la ermita del Cerro de los Ángeles - ya cae en desuso el nombre de Almodóvar (como se le llamaba antes)- y en quién siempre se haya el amparo, pues no ha habido vez alguna que se haya recurrido en su conflicto que no haya quedado socorrido…” Y agrega: “Desde el año 1.680 que es tiempo que nos acordamos (sic), siempre que se ha traído en rogativas por falta de agua ha habido siempre su favor. Díganlo los lugares vecinos, que son fieles testigos de sus finezas” y continua “Que escribe esta novena para los fieles de este pueblo como los innumerables devotos de Madrid y lugares del contorno que franquean la visita de esta soberana imagen en su Ermita.”



PETICIÓN AL VATICANO DEL “AÑO JUBILAR”

Con fecha 16 de Julio de 2009, a petición de la Real e Ilustre Congregación de Ntra.Sra.de los Ángeles, el Sr. Obispo Diocesano D. Joaquín María López de Andujar y Canovas del Castillo solicita a la Santa Sede la Celebración de un Año Jubilar Mariano para realzar el 400 Aniversario de la entrega de la Virgen de los Ángeles.

Carta del Obispo



Decreto


El 4 de Noviembre de 2009 la Penitenciaría Apostólica da el Decreto por el cual se conceden Indulgencias a los fieles que estén presentes en los Sagrados Actos que se celebrebren en el Año Jubilar.





Año jubilar con María

La tradición católica recoge la celebración de “JUBILEOS” en periodos de tiempo separados por años naturales, para tener oportunidades de renovar las promesas y redimir con la reconciliación a la conversión, de la penitencia sacramental. Aporta las grandes oportunidades de encontrar a Dios a través de la Virgen María, con la esperanza, de encontrar a su hijo, viviendo la doctrina de Cristo resucitado que el portador de la vida y de la gracia a todas las personas del mundo.

Sus orígenes se remontan al Antiguo Testamento. La ley de Moisés había determinado para el pueblo Hebreo un año particular: "Declararéis santo el año cincuenta, y proclamaréis en la tierra liberación para todos sus habitantes Será para vosotros un jubileo; cada uno recobrará su propiedad, y cada cual regresará a su familia. Este año cincuenta será para vosotros un jubileo; no cortaréis ni segaréis los rebrotes, ni vendimiaréis la viña que ha quedado sin podar, porque es el jubileo que será sagrado para vosotros. Comeréis lo que el campo dé de sí. En este Año Jubilar recobraréis cada uno vuestra propiedad" (Lev 25, 10-13).

El sonido solemne con que se anunciaba los años jubilares era con un cuerno de morueco, que se llama "yobel" en hebreo, de ahí la palabra "Jubileo". La celebración de este periodo anual llevaba consigo, entre otras cosas, la restitución de las tierras a sus antiguos propietarios, la remisión de las deudas, la liberación de los esclavos, y el reposo de la tierra para su oxigenación. En el Nuevo Testamento, Jesús se presenta como Aquel que lleva a su cumplimiento el Jubileo antiguo, ya que Él ha venido a "predicar el año de gracia del Señor" (cfr. Is 61, 1-2).


El Año Mariano Diocesano, que denominamos “GETAFE JUBILAR CON MARÍA”, que proclama la Iglesia durante el perido del 7 de Diciembre de 2010, con la apertura de la Puerta Santa, por el Excelentisimo y Reverendisimo Padre Don Joaquin María López de Andujar y Canovas del Castillo, hasta el 8 de Diciembre del proximo año 2011, nos invita a caminar hasta ermita de la Virgen de los Ángeles, poniendo nuestra mirada en Cristo su Hijo y Redentor del mundo, que, con su infinito amor a los hombres y con los dones concedidos a su Iglesia, ofrece a los creyentes un camino de especial gracia y misericordia. 

Cristo inaugura un tiempo nuevo, el tiempo de la salvación personal y cósmica. El Año Mariano Diocesano es, por tanto, un año de conversión y de júbilo. Júbilo porque siguiendo las indicaciones de la Iglesia y con nuestra personal conversión serán perdonados nuestros pecados, junto a la remisión de la pena temporal.


Peregrinar hasta la ermita de la Virgen de los Ángeles, en este Año de júbilo, nos procurará una nueva y profunda alegría, la misma que ya gozan los hijos de Dios.



Condiciones para ganar las Gracias del Año Mariano Diocesano

  1. Visitar la Ermita donde se encuentra la Bendita Imagen de Nuestra Señora de los Ángeles.
  2. Orar por las intenciones del Sumo Pontífice y hacer Profesión de la fe: el Credo.
  3. Participar en la Santa Misa.
  4. Recibir los sacramentos de la Penitencia (puede ser 15 días antes o después) y de la Comunión eucarística. Estos dos sacramentos realizan la conversión y el compromiso de amor con Jesús y nuestros hermanos.
La gracia del jubileo consiste fundamentalmente en una Indulgencia plenaria para el perdón de la pena que merecen nuestros pecados.



Las indulgencias

Así las define el Código de Derecho Canónico (c. 992):

"La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones, consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los Santos".

Para entender bien esto, es preciso distinguir entre lo que es culpa y lo que es pena temporal merecida por los pecados.

La indulgencia puede ser plenaria o parcial, según libere de la pena temporal debida por los pecados, totalmente o sólo en parte (c. 993).

La gracia del Jubileo, si se cumplen bien todas sus condiciones, es de indulgencia plenaria. Todo fiel, con las debidas condiciones, puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a modo de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias (c.994).



La imagen de Nuestra Señora de los Ángeles de Getafe


Es una talla completa de madera policromada, representando una Inmaculada Concepción, vestida con túnica blanca y manto azul. Dicha talla tiene una altura de 105 cm. En el Siglo XVIII, siguiendo las tendencias de esa época, se decide revestir la talla con túnicas y mantos de tela, así como con una peluca de pelo natural. Además se añade la utilización de corona y arco de plata con rayos. En el siglo XIX la talla se asienta sobre una peana decorada con rostros de Ángeles.

En la actualidad la Imagen cuenta con varias coronas, arcos y mantos con los que es revestida en función de los preceptos litúrgicos, siendo uno de los mantos más significativos el rojo-encarnado, regalado por el Pueblo de Getafe a la imagen en el año 1955.




Santuario


La Virgen de los Ángeles, Patrona de la Diócesis y de Getafe, que se venera desde el año 1610, en la Ermita del mismo nombre, situada en el Cerro de los Ángeles, Getafe (Madrid) España a tres kilómetros de la Iglesia Catedral Santa María Magdalena de Getafe, en un lugar verde y natural, rodeado de pinos a 670 metros de altitud, con varios centros de religiosidad cristiana: la ermita de Ntra. Sra. de los Ángeles y su Puerta Santa, el Convento de las Carmelitas Descalzas (fundado por la Santa Maravillas de Jesús), la Basílica en honor al Sagrado Corazón de Jesús y el Seminario Mayor de la Diócesis de Getafe, arropando a la Imagen de la Virgen de los Ángeles, que durante cuatro siglos ha estado siempre junto a su pueblo, con unos ojos que siempre han mirado a su Diócesis, Comunidad de Madrid y el mundo entero, realizando milagros en forma de lluvia y, sobre todo, acogiendo a millares de personas que por devoción, supervivencia, bienestar, etc., la han ofrecido su creencia incondicional, subiéndose a su atalaya y profesándola un Fe ciega e inquebrantable.



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